Debo reconocer que estoy ganoso de crítica. Principalmente a la irresponsabilidad por parte del gobierno central para con las personas que no tienen la capacidad de adquirir un auto.
Para los miles de chilenos que deben “si o si”, tomar una micro para llegar a sus respectivos lugares.
Me preguntaba por el cerebro que ideó este gran plan maestro del transporte público. Que estará pensando actualmente, cuando y siendo las 8:18 de la mañana, los noticiarios televisivos que-y solo el canal 7-, el resto está controlado por la mano negra e la derecha chilena, reclaman a diestra y siniestra sobre esta modernización para la sociedad.
Pues bueno, que más se puede pedir, si ellos son los responsables de aportillar cuanto menester quiera hacer el gobierno. Son los encargados de mostrarnos una realidad compleja y llena de obstáculos, cuando su misión debería ser aclarar por sus propios errores.
Pero el tema no es ese, me pregunto y muy respetuosamente lo digo- el gobierno se cree con la autoridad para cambiar de un día para otros, la costumbre que por años hemos venido viviendo, los miles de usuarios de la locomoción colectiva.
El gobierno planeo esto para molestarnos. Para reírse en nuestra cara y decirnos que ellos son los dueños de chile, nuestro destino, nuestro horario y nuestra comodidad.
Que pretendían con modificar normas conductuales que por años hemos convivido entre trogloditas pasajeros de micros y chóferes aún más trogloditas.
Solucionan todo con un parche. Me pregunto sobre el cobro gratis no habiendo pasado los noventa minutos. Que acaso, habrá alguien entrenado para cobrar los noventa minutos. Y te dirá...no señor, usted se paso del tiempo...o tal vez, celebrara por que eres el primero que demoró menos del tiempo.
En que estaba pensando zamorano al meterse en este tremendo lío. Cando él más que nadie debe conocer sobre la idiosincrasia chilena. Cuantos años vivió en las uropas y fue testigo que allá si se puede hacer todo esto, pero acá no, pues la pluma se nos para cuando nos meten la mano al bolsillo o nos cambian las reglas del juego.
El Transantiago o “Transtortuga”, como bautizó La Cuarta a ese modelo, es nuevamente una segmentación de clases sociales. Porqué se preguntará usted señor o señora que lee esta columna.
Sabido es que los ricos viven donde los ricos y los pobres están más acá de nosotros. Pues bien, no espere que pase una micro de color naranja por su barrio, porque esas 4x4 en materia transnportil, solamente recorrerán esos senderos donde no hay “eventos”en la calles, o donde el chofer te agradecerá tu viaje y te invitará a volver...
Me da vergüenza ver como el gobierno da pie a que las noticias negativas y la crítica ciudadana nos infecten con esos tan particulares micros-bios.
Para los miles de chilenos que deben “si o si”, tomar una micro para llegar a sus respectivos lugares.
Me preguntaba por el cerebro que ideó este gran plan maestro del transporte público. Que estará pensando actualmente, cuando y siendo las 8:18 de la mañana, los noticiarios televisivos que-y solo el canal 7-, el resto está controlado por la mano negra e la derecha chilena, reclaman a diestra y siniestra sobre esta modernización para la sociedad.
Pues bueno, que más se puede pedir, si ellos son los responsables de aportillar cuanto menester quiera hacer el gobierno. Son los encargados de mostrarnos una realidad compleja y llena de obstáculos, cuando su misión debería ser aclarar por sus propios errores.
Pero el tema no es ese, me pregunto y muy respetuosamente lo digo- el gobierno se cree con la autoridad para cambiar de un día para otros, la costumbre que por años hemos venido viviendo, los miles de usuarios de la locomoción colectiva.
El gobierno planeo esto para molestarnos. Para reírse en nuestra cara y decirnos que ellos son los dueños de chile, nuestro destino, nuestro horario y nuestra comodidad.
Que pretendían con modificar normas conductuales que por años hemos convivido entre trogloditas pasajeros de micros y chóferes aún más trogloditas.
Solucionan todo con un parche. Me pregunto sobre el cobro gratis no habiendo pasado los noventa minutos. Que acaso, habrá alguien entrenado para cobrar los noventa minutos. Y te dirá...no señor, usted se paso del tiempo...o tal vez, celebrara por que eres el primero que demoró menos del tiempo.
En que estaba pensando zamorano al meterse en este tremendo lío. Cando él más que nadie debe conocer sobre la idiosincrasia chilena. Cuantos años vivió en las uropas y fue testigo que allá si se puede hacer todo esto, pero acá no, pues la pluma se nos para cuando nos meten la mano al bolsillo o nos cambian las reglas del juego.
El Transantiago o “Transtortuga”, como bautizó La Cuarta a ese modelo, es nuevamente una segmentación de clases sociales. Porqué se preguntará usted señor o señora que lee esta columna.
Sabido es que los ricos viven donde los ricos y los pobres están más acá de nosotros. Pues bien, no espere que pase una micro de color naranja por su barrio, porque esas 4x4 en materia transnportil, solamente recorrerán esos senderos donde no hay “eventos”en la calles, o donde el chofer te agradecerá tu viaje y te invitará a volver...
Me da vergüenza ver como el gobierno da pie a que las noticias negativas y la crítica ciudadana nos infecten con esos tan particulares micros-bios.
