Un Incorrecto Juego

Los últimos índices sobre violencia o intimidación en Chile, manifestaron que los hombre que practica estos actos contra su propia familiar, han incrementado en cantidad a comparación con el año 2005. Habitualmente destruyen su entorno y esto trae por añadidura el castigo a sus seres queridos.

Es sabido que existen modelos repetidos dentro de las causantes de la violencia. Esto, es tal vez lo único que articula los distintos casos pues no es posible hablar de un patrón absoluto en torno a episodios vehementes de carácter familiar.

En ellos, se distinguen dos causas de sufrimiento interno, uno es la toma de conciencia al interior del hogar, demostrado en el sufrimiento íntimo de su refugio y el otro, el ataque al ego que se produce luego de un quiebre y la pérdida de la vida anterior.

Si bien es cierto existen hombres que pueden llegar a tener una recuperación antes de llegar a un quiebre en la pareja, hay otros que validan la violencia intrafamiliar porque dentro del hogar se vuelve costumbre.

Con respecto a la rehabilitación, hay que aclarar que ningún hombre que ha cometido violencia intrafamiliar cambia totalmente. Si un hombre ejerció intimidación alguna vez siempre va a estar expuesto a desarrollar conductas similares. Es por eso que la terapia debe ser integral en incluir a todos los afectados en este ciclo.

En la medida que el hombre reciba una buena orientación y pueda ser capaz de superar el problema desde la perspectiva adecuada, va a poder contribuir en parte a remediar el daño que se ha hecho.

Otra de las posibilidades es que el autor de la violencia valide su accionar con el apoyo de sus pares. Por lo general si el entorno más cercano justifica este nefasto ejercicio, el hombre agravará su situación y encontrará apoyo y comprensión para manifestar violencia contra su pareja o sus hijos.

Finalmente podemos preguntarnos sobre la importancia en el trabajo que realizan diferentes organizaciones no gubernamentales, quienes defienden y se dedican a conocer estos casos, dar apoyo psicológico y sobrellevar causas judiciales –cuando los ejemplos pudieran manifestarse con grados de crueldad inusitado-, pues la labro desinteresada de estos organismos, traspasa las barreras del mero problema.

Todo esto, nos lleva a pensar en cuantas muertes más se deben aceptar –y los medios informativos dar a conocer-, hasta que no se tomen reales cartas en este incorrecto juego.