Bachelet y el día del Detenido Desaparecido

Muchos años habían pasado antes que llegase a pensar en que la sociedad chilena sería capaz de instaurar una de las fechas más significativa para nuestra reciente historia.

Sorpresa es la palabra que se me viene a mis decaídas neuronas al enterarme sobre la noticia que estaba esperando que pasara por muchos años.

Chile y sus esferas (políticas, sociales y culturales), han conocido el que la Presidenta Michelle Bachelet haya firmado el decreto que establece el 30 de agosto como el día del Detenido Desaparecido.

Un reconocimiento más que la reconciliación no es sólo una señora de traje blanco que profesa la paz en nuestro país. O una disculpa barata tras un error cometido. Muchos son los caminos que hay que recorrer a la hora de saberse dueño de algo.

Lo que sin duda es imperdonable –por parte del régimen de Pinochet- es que él y sus secuaces (o valientes soldados, como a ellos les gusta nombrarse), dejaron una mancha en el pueblo chileno, difícil de borrar.

La idea central del gobierno de Bachelet, es demostrar que el sentir de toda una nación se relaciona no es sólo con la justicia, sino también de reparación.

Con este acto sin duda se rinde un homenaje a cientos de hombres, mujeres y niños quienes fueron detenidos tras la aberración impuesta por el denominado “gobierno” del dictador Augusto Pinochet y hoy aún se encuentran desaparecidos.

El legado quedará estampado en la corriente colectiva chilena como una muestra más que los gobiernos de la Concertación han trabajado en lo que significa la reparación a los familiares, además de la muestra más fehaciente de que nunca más se deben cometer estos atropellos a la dignidad nacional.

El declarar este día es una oportunidad para reconocer la vida de estas personas, además de afirmar su existencia; una manera de decirles a sus cercanos que el Gobierno está con ellos y que la sociedad chilena los hace suyos y que no serán excluidos nunca más.

Oportuno fue de parte de la mandataria, el llamar a crear nuevos modos de recordar la historia reciente de nuestro país y el invitar a desarrollar formas de remembranza que expresen la responsabilidad al asumir estos crímenes.

Una muestra más del trabajo y la seriedad con que se está tomando el tema, es la forma como se expresan los valores señalados. Valores como el respeto por la dignidad de las personas y la democracia.

Esta señal de unidad fue analizada por distintas esferas políticas. Para la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, la medida es importante para la memoria histórica del país, ya que se confirma que el restablecimiento de la fecha vale para que las futuras descendencias sepan de los hechos ocurridos en dictadura y que estos no pueden volver a repetirse.

La instauración de este día, refleja la necesidad que tiene el pueblo chileno en transparentar su propia historia. Las víctimas de la represión de Pinochet son un tema de interés público conocido y analizado. Muchos han sido los debates y la literatura creada. La inconmensurable necesidad de justicia es el motor de vida para muchos.

Para todos ellos que poseían un exacerbado sentido de la lucha y todo lo subordinaban a la causa. No hay que olvidar que fueron varios los que cayeron con las armas en las manos. Otros fueron detenidos en la calle, en sus casas o delatados por sus ex camaradas. No dieron ni pidieron tregua en esa contienda soterrada, sabida por algunos, intuida por otros, ignorada por la inmensa mayoría.

Es allí, donde nacen, crecen y germinan como lo que fueron. Valientes hombres desarmados.

Al terminar está nota, no voy a dejar pasar la oportunidad de contar algo significativo. En uno de mis viajes realizados cuando los sueños aún eran sueños (escuchando música), escuché sobre un rayado en una pared boliviana; que decía “Esta ciudad tiene más radiotaxis que sentimientos...”.

Pues bien, está en cada uno de nosotros que Santiago no se ateste de radiotaxis, siga creciendo y no olvide...